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¿Está preparada la zona para recibir casos críticos de Bahía si colapsan los hospitales? Guillermo Tizón se refiere al tema

Octubre 04, 2020
Está previsto en los protocolos de Región Sanitaria I si continúa escalando la cantidad de contagios. Desde la zona advierten: no hay muchas camas, pero sobre todo existe una marcada escasez de especialistas en terapia intensiva.
Septiembre cerró con una estadística alarmante de casos de Covid-19 en la región del Sudoeste: en apenas 30 días hubo el doble de contagios y de fallecimientos por coronavirus que en los seis meses previos juntos. Todas las miradas, sin embargo, se situaron sobre el distrito de Bahía Blanca, ya que los más de 2.500 nuevos pacientes que hubo aquí el mes pasado llevaron al sistema hospitalario a una situación límite.
Los informes oficiales del municipio bahiense dieron cuenta de ello: hubo días del mes pasado en que el nivel de ocupación de camas de terapia intensiva para pacientes con coronavirus llegó al 88%. Es decir, con cinco casos críticos más en esas jornadas puntuales, el sistema hospitalario habría colapsado.
El licenciado Laureano Alimenti, director asociado de Región Sanitaria I (RSI), reconoció el delicado panorama . Señaló que la escalada de casos es “absolutamente preocupante”, advirtió que los hospitales están casi colmados y finalmente reconoció que no se descarta, llegado el caso, derivar pacientes críticos desde Bahía Blanca hacia la región (tal como ocurrió con algunos casos puntuales que fueron a nosocomios del Conurbano).
“Hoy estamos más cerca de enviar pacientes críticos de Bahía a la zona que al revés -se sinceró-. Si seguimos así, el Hospital Penna va a llenarse y vamos a tener que hacer derivaciones a Tres Arroyos, Coronel Suárez o Patagones, o eventualmente a cabeceras como Pigüé o Pringles. En RSI tenemos cinco ambulancias de alta complejidad por si hay que hacerlo”.
Sus declaraciones causaron una enorme sorpresa. Es entendible: Bahía, por su infraestructura hospitalaria, siempre fue un centro receptor de pacientes provenientes de la región. Sólo una pandemia de esta magnitud logró poner al distrito, por primera vez, ante la posibilidad de convertirse en emisor de pacientes hacia su zona de influencia.
“A nosotros, hay que aclararlo, no nos sorprendió tanto. Hace meses se coordinó con RSI la posibilidad de hacer derivaciones, y para eso la región fue dividida en cuatro subzonas: Centro, con cabecera en Bahía Blanca; Sur, en Patagones; Norte, en Coronel Suárez; y Este, en Tres Arroyos”, contó a La Nueva. el doctor Marco Trípodi, secretario de Salud de Patagones.
El plan de acción contempla, básicamente, que en caso de que la capacidad hospitalaria de Bahía comience a saturarse las otras tres subsedes funcionen, en primera instancia, como centros de derivación de pacientes críticos de distritos vecinos.
“En nuestro caso -señaló Trípodi-, daríamos respuesta inmediata a Villarino y a Viedma, más allá de que la capital rionegrina no forma parte de la Región Sanitaria. Para eso contamos con siete camas de terapia intensiva, de las cuales hoy una está ocupada”.
El protocolo contempla también un segundo escenario: que los hospitales de Bahía Blanca se saturen y ni siquiera puedan recibir a sus propios contagiados. En ese caso, obviamente, los hospitales de la zona recibirán a pacientes bahienses.
“Hasta el momento no hemos tenido ninguna notificación al respecto, pero es una posibilidad contemplada en la red de apoyo que hay en la región”, reconoció el secretario de Salud de Coronel Suárez, doctor Fernando Migliavaca.
El funcionario aclaró que en el hospital suarense de referencia hay nueve camas de terapia intensiva, cuatro de ellas para pacientes Covid y las cinco restantes para personas no contagiadas.
“Actualmente tenemos ocupadas dos camas UTI-Covid con respirador, y cuatro de las cinco en la terapia general. Es decir, no estamos para nada cómodos en cuanto a la disponibilidad”, señaló.
Tres Arroyos -cabecera de las otras subzonas sanitarias- también tiene un nivel de ocupación de camas importante.
“Hoy tenemos una terapia intensiva con seis camas provistas con respiradores, con la posibilidad de sumar dos más llegado el caso. De ese total, hoy están ocupadas tres con pacientes no contagiados”, indicó el doctor Gabriel Guerra, secretario de Salud de Tres Arroyos.
“Más allá de esto -enfatizó- en esta situación todos los distritos de la región debemos ser solidarios”.
En una segunda línea de contención, según dispuso RSI, están los hospitales de ciudades como Coronel Pringles y Pigüé. Su objetivo -indicó el secretario de Salud saavedrense, Guillermo Tizón- sería “descomprimir” la demanda de camas.
“En nuestro caso, es poco probable que un paciente de Bahía Blanca venga a Pigüé -dijo a este diario-. Sin embargo, llegado el caso lo que sí podemos hacer es darle una mano a Bahía conteniendo a pacientes de distritos como Puan, Guaminí o Adolfo Alsina, que en otras condiciones derivarían directamente sus pacientes al hospital Penna”.
El principal escollo: la falta de personal
Todos los funcionarios consultados indicaron que, en caso de que Bahía Blanca deba realizar derivaciones hacia la zona, el problema central a resolver hoy es la falta de personal especializado.
“Hoy, más allá de la discusión por el número de camas, tenemos que poner el ojo en el recurso humano -subrayó Trípodi, de Patagones-. La terapia intensiva demanda personal altamente calificado, y en la región no sólo hay pocos profesionales, sino que además hay muchos contagiados que están aislados. Vos podés tener la mejor cama, el mejor respirador y el mejor monitor, pero si no tenés al personal adecuado para manejarlo, es lo mismo que nada”.
El doctor Migliavaca, de Coronel Suárez, dijo que al tener dos terapias intensivas (una para pacientes Covid y otra para pacientes no contagiados), ambas con un importante nivel de ocupación, “el personal se encuentra trabajando al máximo”.
“Tenemos dos médicos terapistas, uno por turno; el resto son médicos que vienen de otros sectores o incluso de Pringles o Tornquist. Esta es una limitación importante”, dejó en claro.
Tizón, de Pigüé, señaló por su parte que no hay que perder de vista la cantidad de personal contagiado.
“En Pigüé tenemos cuatro trabajadores de la salud contagiados, y el mismo número en el hospital de Saavedra. Esto nos obliga a aislar a sus contactos, muchos de los cuales son empleados de centros de salud. Por este motivo al día de hoy estamos trabajando en Saavedra con el 20 o 30% del personal”, describió.

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