Fue un tiempo para cada uno, el 1-1 en el tiempo regular quedó corto y el Globo tuvo más glamour desde los doce pasos. Ahí se impuso 3-1 y ya tiene un lugar asegurado en la gran final por el título 2023 de la Liga del Sur.

Por Sergio Daniel Peysse para La Nueva Provincia. 

Foto: Emmanuel Briane para La Nueva Provincia

Si Huracán sacaba más de un gol de ventaja en el primer tiempo y definía el pleito, hubiese estado bien; si lo mismo hacía La Armonía en la etapa complementaria, nadie podía aclamar que no hubiese sido justo.

¿Sabe qué? Ninguno de los dos equipos aprovechó su momento para sentenciar al rival, fallaron en acciones propicias frente a los arcos y el juez en el juicio final fueron los penales. Y en esa instancia, el más convincente a la hora de declarar desde los doce pasos fue el Globito del bulevar, que se quedó con el certamen Apertura de la A y ya se aseguró un lugar en la definición por el título 2023 de la Liga del Sur.

El 1-1 en el tiempo regular no reflejó paridad en el trámite, al contrario, el que tuvo el balón en su poder y se aferró al ítem de la estrategia donde estaba marcado el punto débil del adversario, ese fue escandalosamente superior al pollito mojado que trataba de defenderse enfrente.

En el segmento inicial, donde todos quisieron sacar ventajas pidiéndole al centrado árbitro Juan Ignacio Nebbietti que pite, advierta y amoneste hasta el que se quejaba del frío, el 4-4-2 del whitense se estiró a lo ancho y ahí hizo negocio el que fue N° 1 de la fase clasificatoria.

Larmo salió a esperar, pero el del bule juntó sociedades en los costados, Navarro funcionó a pleno como 3 bis y el 2x1 sobre los laterales albiazules a veces se convirtieron en 3x1.

Los pelotazos hacia el pibe maravilla, Fidel Tourn, nunca fueron limpios y al espacio y Huracán, sin enganche ni un 5 adelantado, se asoció con toques cortos sobre las bandas para terminar direccionando los últimos pases hacia el “demonio” Dan Brian Scalco.

El “Sordo” es especial para sacar ventaja en el mano a mano y, en una bola que vino desde la izquierda, anticipó a Jerónimo Blanco y el barbudo central velezano lo envolvió de un patadón. Penal claro y gol de Leonel Navarro.

Sobre el cierre de ese primer tramo, Enrique Blanco, con amarilla, hizo correr su pie sobre Walter Linares, quien ya había metido un bochazo, y debió recibir la segunda amonestación y la roja posterior.

“Dejé seguir porque se originó un avance prometedor que después no prosperó, pero la ventaja estuvo porque la pelota la agarró uno de La Armonía; por eso no sancioné la falta ni amonesté”, explicó Nebbietti. Error, para mi debió retrotraer la acción, sancionar el foul y amonestar al 10 huracanense, sobre todo porque el pelotazo del “Pato” partió de campo propio y concluyó en un balón dividido.

En los 15 minutos de descanso, Fito Cuello, DT de la V, dio vuelta el juego sin necesidad de repartir y dar de nuevo. Ubicó en cancha a David Vega (por Ruiz), cerró a Burgos al medio, bajó a Uzuldinger de carrilero por derecha y juntó a Linares con Tourn arriba. El mismo 4-1-3-2 pero con otra fisonomía y una mejor puesta en escena.

Marcio Antón fue punzante, Franco Cuello se multiplicó para llegar a todas las divididas y Burgos encontró su lugar en la gramilla de El Fortín. Fue un monólogo de La Armonía, que partió al medio a su adversario, que atacó con impotencia y se perdió en un mundo que giraba alrededor de un elenco que le empató rápido: se unieron en pared Córdoba y Villa Nocito, Vega con Antón, y el ex Olimpo marcó un golazo que, por la acción previa, tendría que empezar a recorrer las distintas escuelitas de fútbol de Bahía, de la región y del universo.