En un amistoso sin equivalencias, la Pulga entró a los 20 minutos del segundo tiempo y marcó dos tantos; la gente lo ovacionó y los futbolistas bolivianos le pidieron la camiseta tras el pitazo finall; Tevez jugó sólo once minutos; gran debut de Kranevitter.

Pareció un entrenamiento. Un picado de barrio. Un partido entre amateurs y profesionales de viernes a la noche. Así fue el encuentro amistoso entre Argentina y Bolivia, en el que los del Tata Martino hicieron lo que quisieron: ganaron 7 a 0 y pudo haber habido más.

Desde el primer tiempo la diferencia entre los dos conjuntos se vislumbraba ya como algo notable. Ezequiel Lavezzi primereó y a los 4 minutos despabiló a todos con una gran disparo. Era el 1 a 0, luego de una habilitación deliciosa del Kun Agüero ante la mirada impávida del arquero boliviano, que parecía un espectador.

Lentamente Argentina comenzó a transformarse en una máquina de atacar. A los 32 minutos, el Kun hizo otra de las suyas: definió por arriba, luego de una pared con Roberto Pereyra y así fue el 2 a 0. A los 40, otro de Lavezzi. Apuraron un tiro libre y llegaron rápido al área. El tercero y al entretiempo con el triunfo casi asegurado.

El segundo tiempo fue casi igual que el primero. También hubo tres goles. A los 13 minutos el Kun volvió a definir como los que saben. Como los que hacen simple lo diíficil y ya era un festival de goles. Pero faltaba algo más, la presencia que todos esperaban.

Lionel Messi entró y en un minuto, de cabeza metió el quinto para la Argentina y el primero que le hizo a Bolivia en su historia. A los 29 otra joyita del crack de Barcelona. Un pase largo, una quebrada, y adentro del arco. Era la media docena.

Finalmente hubo otra alegría para decorar el resultado. Angelito Correa entró y también quería festejar.La clavó desde afuera y cerró el score final con un 7 a 0 que ilusiona para lo que le espera a la Selección.