Entristecen y parecen no tener fin por estas horas las imágenes de los grandísimos daños al arbolado de Pigüé, especialmente por la gran cantidad de grandes y añosos ejemplares que fueron arrancados de cuajo de la tierra, y que por ello sin solución, tienen muerte segura y no volveran a estar con nosotros. -   Son tiempos del cambio climático, y no para bien, consecuencia de las miserias de los hombres, incapaces de cuidar su propio habitat, el planeta en que vivimos y entonces pareciera cumplirse como una sentencia biblica aquello que dice una canción .. "Dios perdona, la  naturaleza no .."  .-    Se van los arboles que se llevó la furia de la naturaleza y con ellos se va la sombra que nos brindaban, no tendremos más el aire puro que ellos en particular en los lugares de la ciudad que habitaban nos regalaban y tampoco podremos disfrutar mas de su hermosa compañía que embellecía el paisaje de nuestra ciudad.-    Debemos hacer el duelo de tan dolorosa pérdida y comenzar a trabajar para reponerlos, trabajar para plantar arboles y mas arboles,.- Arboles que mayoritariamente no disfrutraremos a pleno nosostros, pèro que serán esenciales para la calidad de vida de nuestros hijos y nuestros nietos . Tenemos que tener la capacidad para hacerlo como lo hicieron nuestros padres y nuestros abuelos para que nosotros hayamos podido disfrutar de un Pigüé significativamente verde de hermosos y esenciales arboles.- Ojala seamos capaces, individual y colectivamente, de sostener a futuro, en forma permanente la siembra y el cuidado de los arboles en nuestra ciudad.-