La situación política en el norte argentino cambió drásticamente luego de las elecciones, tras el triunfo del radical Gerardo Morales en la provincia de Jujuy, que acabó con la supremacía del PJ desde el regreso de la democracia en 1983.

Una de las situaciones que llevó a Morales a la victoria, fue el hartazgo social a la injerencia en la política oficial de la líder piquetera K del movimiento Tupac Amaru, Milagro Sala, que con su accionar patoteril y violento, tenía un alto nivel de participación en las decisiones de gobierno, más que nada por su buena sintonía con Cristina Kirchner y el kirchnerismo más duro.

En la pelea que Morales viene sosteniendo contra Sala y su agrupación, el mandatario no ahorra críticas, como las que deslizó ayer cuando afirmó que la situación complicada desde lo social que vive su provincia se debe “a una cuestión netamente política de una mafia cuyos líderes tendrán que seguir dando cuentas a la Justicia”.

“Esa mujer (por Sala) lidera una estructura delictiva alimentada por la plata de todos los argentinos. Se aprovecha de la miseria y, mediante prebendas, los ha mantenido cautivos de sus negocios durante años. No voy a entablar una conversación con alguien que vive de la mentira y de los negocios espurios con la plata del Estado”, sentenció el gobernador norteño.

Para el mandatario provincial, lo que Sala “siempre quiso es gobernar Jujuy sin pasar por las urnas. Esto es una cuestión política y de poder. Ya la denuncié. Acaban de elevar contra ella a juicio oral un caso de escrache que me hizo. Voy a pedir que le embarguen el sueldo del Parlasur”, aseveró.

Además, Morales destacó que desde la organización de la líder piquetera, se hacía un discrecional manejo de los fondos públicos que se enviaban desde la Nación y al provincia, perjudicando a sus afiliados, que son “gente necesitada que verdaderamente precisa la atención del Estado”.

“Las auditorías que nosotros hicimos marcan que desde la organización Tupac Amaru se abrían los bolsones de comida para sacarles alimentos y otros artículos. A la gente les entregaba la mitad de lo que les correspondía. Las casas se las daban sin escritura para tenerlos cautivos, actuaban como una organización mafiosa”, subrayó el mandatario jujeño.

Fuente: Diario Hoy