Tras la captura de los tres prófugos del Penal de General Alvear, la gobernadora empezó con la limpieza de efectivos de la Policía provincial. El primer paso para la reestructuración de la Seguridad en la provincia. Pablo Bressi fue confirmado al frente de la fuerza

Los coletazos políticos tras la captura de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, comienzan a sentirse en el gobierno provincial. El ministro de Seguridad Cristian Ritondo, anunció el pase a retiro activo obligatorio de siete comisarios generales que integraban la cúpula de la Policía Bonaerense en distintas áreas.
La triple fuga del Penal Nº 30 de General Alvear, originó fuertes conflictos en la fuerza de seguridad, que se vio netamente sucumbida ante el accionar de los delincuentes, con complicidades a su interior, que hicieron que el gobierno de Cambiemos sufriera un fuerte impacto.
Ritondo admitió que encontraron audios de policías ayudando a los Lanatta y Schillaci mientras estaban prófugos. "Detectamos una escucha en la que personal de la DDI de Quilmes habla con una de las personas que habían estado en la quinta de El Faraón", contó. Otra de las escuchas se trata de un comisario que estaba en una zona, y le planteaba a los delincuentes que se había cambiado de comisaría y que podían ir a trabajar a esa zona. Ritondo detalló que uno de los efectivos que agarraron es de bajo rango y el otro es un comisario. Así, el funcionario anunció que habrá cambios en esa fuerza en marzo. "Queremos una policía que de respuestas, comprometida con la lucha contra las mafias y el narcotráfico", remarcó.

Las cabezas visibles que integraban parte de la cúpula de la Policía bonaerense y que estaban a cargo de Superintendencias de Seguridad, Seguridad Vial y Suministro, son los que encabezan esta purga, que es la primera, pero anuncian desde el Ejecutivo que no será la última.
El Comisario general Miguel Ángel Maccario, a cargo de la Superintendencia de Seguridad de San Martín y Tres de Febrero, fue desplazado de su cargo. Hombre cercano a las políticas del ex gobernador Daniel Scioli, se lo vinculó en su momento al ex vicegobernador Gabriel Mariotto, con quien entabló una relación de confianza a lo largo de los años. Los otros jefes policiales pasados a retiro activo obligatorio, son los Comisarios Generales Oscar Eduardo Terminiello (Superintendente de Seguridad Interior Centro), Gabriel Alejandro Lamónico (Superintendente de Seguridad Interior Sur), Miguel Ángel Alanís (Superintendente de Seguridad Oeste), Claudio Marcelo Blanco (a cargo de la Superintendencia de Seguridad), Claudio Alejandro López(Director provincial de Suministro), y Rubén Alberto Lobos (Responsable de la Superintendencia de Seguridad Vial).
Por el momento no se dieron a conocer los nombres de sus reemplazantes, y se espera que desde el Ministerio de Seguridad los dé a publicidad una vez que la mandataria provincial defina cómo será la reestructuración que tendrá la fuerza en el futuro cercano. Desde el Ejecutivo provincial ven esto como un primer paso en la modificación del eje de equilibrio en la fuerza, y esperan que tras la sanción del Presupuesto 2016 y con la declaración de la Emergencia en Seguridad y Servicio Penitenciario, se pueda comenzar una nueva etapa en territorio bonaerense, “sacándose de encima” a los malos agentes que hacen tratos con el poder narco, y avanzar en la lucha firme y efectiva contra el delito.
A pesar de las crecientes versiones que indicaban que el Comisario General Pablo Bressi tenía un pie afuera de la conducción de la fuerza, Ritondo advirtió ayer que el ex titular de la Superintendencia de Drogas Ilícitas durante el gobierno de Daniel Scioli, seguirá al frente de la mayor fuerza policial de la Argentina.

Resulta evidente que con la purga policial que se decretó, el gobierno de María Eugenia Vidal intenta dar una señal de que lo ocurrido con la triple fuga causó un importante impacto. Es más, hasta los propios funcionarios expusieron pruebas que involucran a jefes policiales con los condenados que salieron caminando del penal de máxima de seguridad de General Alvear.

Ahora bien, es evidente que el gobierno de Vidal optó por aplicar una cirugía política que no llegue hasta el hueso. Por eso, mantuvo en el cargo al jefe de Policia bonaerense, Pablo Bressi, que formó parte de la gestión sciolista encabezada por Alejandro Granados y que, evidentemente, ha decidido sacrificar a parte de su equipo –seriamente cuestionado- para seguir al frente de una fuerza que cuenta hoy con 90 mil hombres. Todo indica que, con la medida anunciada, el Ejecutivo provincial busca ganar tiempo: se habla de que, en marzo, se pondría en marcha una profunda reforma policial. Ante la depuración aplicada, en el gobierno de Vidal ahora deberán tomar todos los recaudos correspondientes para evitar que los sectores desplazados terminen convirtiéndose en mano de obra desocupada que alimenten las organizaciones delictivas, tal como ha ocurrido en otras etapas en la Provincia.

Internas dentro del poder político

Por estas horas las fuerzas de Seguridad y el ministerio que conduce Cristian Ritondo, pasan por duras luchas políticas a su interior sobre los pasos que se deben seguir por la Bonaerense tras la fuga del Penal de General Alvear y la recaptura de los evadidos por parte de las fuerzas federales. Por un lado se encuentra la línea que plantea seguir con el status quo y no tocar demasiadas piezas, para que sea así la propia fuerza la que lleve adelante su purificación y alejar a sus miembros más nocivos; y por el otro, se encuentran aquellos que afirman que se debe cambiar de cuajo, sin pensar en cómo caerán estas medidas al interior de la fuerza, y a partir de allí comenzar la recuperación de la Policía. Dos miradas totalmente opuestas una con otra, que tiene divididos a los distintos integrantes del gobierno de María Eugenia Vidal, que analiza entre todas las ideas a su disposición, para así luchar contra el principal problema para la sociedad bonaerense, como lo es la inseguridad.

 FUENTE: DIARIO HOY