Lejos de los millonarios fondos que por 12 años garantizó el kirchnerismo, Santa Cruz vive una de sus peores crisis. La gobernadora de esa provincia, Alicia Kirchner, llegó ayer a la Casa Rosada donde la recibió el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el que le pidió precisiones de sus quejas y solo se llevó promesas. La cuñada de Cristina conduce una provincia "en quiebra" según la propia mandataria provincial y con un déficit de $4.600 millones. Por eso, la gobernadora solicitó que la construcción de las represas "Néstor Kirchner" y "Jorge Cepernic" se reactiven para garantizar empleo a los 1.800 trabajadores despedidos por Lázaro Báez. Por el momento, el Gobierno de Mauricio Macri sólo está otorgando ayuda a las provincias inundadas. Por eso, Alicia deberá volverse entonces a su provincia con la orden de elaborar un pedido concreto para que el gobierno nacional lo estudie. La única asistencia que hasta ahora recibió Santa Cruz ocurrió al comienzo de esta semana, cuando el ministerio de Seguridad le envió 250 gendarmes para garantizar la circulación en las rutas donde la UOCRA permanecía con piquetes. Con un marcado enfrentamiento con el empresario K, Lázaro Báez, Alicia Kirchner determinó frente a su gabinete que el conflicto de Austral es estrictamente de "carácter privado" y que la responsabilidad del pago de las quincenas, salarios y vacaciones adeudadas es de la empresa. "Mi preocupación es por la caja", reveló Alicia Kirchner al salir de Casa Rosada. Desde el gobierno nacional, en tanto, quedaron en ponerse de acuerdo por la obra pública y hablaron del impacto ambiental de las represas. Antes de retirarse de la presidencia, Cristina Kirchner envió a su cuñada $1.500 millones que fueron colocados en un plazo fijo. Estos fondos sólo alcanzarían hasta fines de febrero para cubrir gastos corrientes. El gobierno de Mauricio Macri instará a que -antes de asistir a la Provincia- Alicia Kirchner utilice ese dinero primero.

FUENTE: DIARIO HOY