Realizó una de las peores elecciones de su historia, irá a las presidenciales de octubre sin un candidato propio y corre el riesgo cierto de no obtener un solo cargo electivo en distritos como la Ciudad de Buenos Aires donde el macrismo se alzó con todas las nominaciones a diputados nacionales al superar el piso electoral necesario.

Paradojas electorales, en provincias como Jujuy el radicalismo podría aspirar a la gobernación y en Buenos Aires incrementar sus bancas a diputados nacionales y provinciales y aspirar a nuevas intendencias.

Así de contradictorio fue el escenario que quedó en la UCR tras el magro resultado del 3,5 por ciento de los votos obtenidos en las primarias del domingo por el ahora ex precandidato presidencial por Cambiemos, Ernesto Sanz.

El titular del radicalismo arriesgó mucho al sacar al partido del Frente Amplio Unen empujándolo a un acuerdo con el PRO de Mauricio Macri y desplazando -al imponer su postura en la Convención de Gualeguaychú-, al candidato natural que era Julio Cobos.

Sanz ahora deberá enfrentar la crisis que se comienza a abatir sobre ese espacio y cuyos ejes giran en torno a la identidad partidaria y a la ausencia de un mensaje creíble hacía la sociedad, pero será recién en diciembre que la situación se comenzará a encauzar con la renovación de autoridades en el Comité Nacional.

El martes fue Cobos quien marchó al encuentro con Macri dispuesto a formar parte de la estrategia de Cambiemos y con la idea de delinear “una estrategia futura” que sume adhesiones de cara a las presidenciales de octubre y sirva de dique de contención a las aspiraciones de Daniel Scioli.

En Mendoza, donde aún sigue siendo un hombre fuerte del radicalismo, Cobos cosechó en la boleta para senadores el 39,25 por ciento de los votos, tres puntos más que los obtenido en ese mismo distrito por la alianza de las tres fuerzas en la boleta presidencial de Cambiemos.

Esa situación ventajosa y el convencimiento de que “el arco opositor debe confluir en un acuerdo de gobernabilidad manifestado en la agenda legislativa común a largo plazo”, lo impulsaron al encuentro con el líder del PRO, donde finalmente no obtuvo definiciones claras.

La movida de Cobos se sumó a una serie de cuestionamientos partidarios surgidos de un sector de la UCR de Córdoba -la agrupación Democracia Radical liderada por Rodrigo López Tais-, que le reclamó a Sanz su renuncia a la presidencia del Comité Nacional y a la embestida de Leopoldo Moreau quien lamentó que se haya puesto a la “sigla de la UCR de rodillas ante el conservadurismo”.

En esa misma dirección se expresó el radical y vicegobernador de Santa Fe, Jorge Henn, quien sostuvo que la alianza con el PRO “fue la peor decisión en la historia” partidaria. Un tanto más pragmática fue la mirada del diputado Miguel Bazze quien al ser consultado por este diario sostuvo que “la perspectiva electoral en la provincia de Buenos Aires fue bastante buena por lo que estamos con una expectativa importante de cara a octubre”, tras lo cual advirtió que lo que sí es discutible de la alianza con el PRO es “desde el punto de vista de las posiciones políticas. “Nosotros sabíamos que Sanz iba a tener una elección difícil y solo alcanzaba con mirar las encuestas, por lo que el resultado no nos generó sorpresas y tampoco afectó a las cuestiones provinciales o locales porque no tocó la estructura del partido”, aunque reconoció que “hubiera sido mejor que nuestro candidato sacara más votos”.

Para Bazze el debate que viene “tiene que apuntar a ver cómo hacemos para tener un mensaje que sea convocante y creíble y que nos identifique ante la sociedad como una alternativa distinta, capaz de resolver los problemas de la gente” y concluyó diciendo que “las catarsis no sirven para nada en la medida en que no seamos capaces de resolver el verdadero origen de nuestros dilemas electorales que son la ausencia de un mensaje claro”.

A su turno, Juan Manuel Casella, secretario general de la UCR, dijo a BAE Negocios que “el radicalismo hizo una pobre elección especialmente en el gran Buenos Aires” por lo que “de acá a diciembre se va a plantear un debate muy intenso acerca del acierto del acuerdo con Macri y del desarrollo de la campaña de Sanz”, lo que no puede suceder “en medio de las elecciones”. “La alianza con el PRO fue una mala decisión que perjudicó al radicalismo y lo terminó desperfilando al punto que en localidades tan importantes como Mar del Plata, Bahía Blanca o Pergamino el partido quedó desplazado”, agregó el histórico dirigente quien consideró que “la pérdida de identidad se mantendrá en el tiempo y será difícil y esforzado recuperarla”.

Fuente: BAE