La ciudad lo llora, y me es difícil hablar de Jorge acongojado como estoy por su partida, porque “Pico” fue una de esas personas imprescindibles para la salud humanística de  la comunidad que en cada uno de sus actos transmitía gran bondad y alegría acompañadas de una grandísima solidaridad, con su mano siempre tendida para personas o instituciones  que lo necesitaran. Y no lo hacía como un acto individual, pues  tenía también la especial virtud de motivar a las personas a su alrededor a sumarse para esas acciones.- Jorge unía a la gente- La música fue una de sus grandes pasiones, y en sus maximas expresiones lo encontraron siendo alma mater de dos agrupaciones que son parte de historia musical de la ciudad como Grupo X y las Voces del Abra, con su saxo, los teclados, la viola o el acordeón .- Su estudio de grabación fue un lugar de producción artística y muchas veces de apoyo a quienes tenían inquietudes musicales.- Cultivar la amistad era algo tan natural como respirar para Pico.- La vida también lo encontró en la función pública por la que pasó dejando  su huella de persona de bien, haciéndole siempre honor  a la honestidad, al trabajo y al esfuerzo en cada acto,  con una inquebrantable vocación de servicio, tanto como secretario de cultura, como cuando  se desempeñó como concejal.- Jorge fue un hombre de familia, buen y  muy querido padre y abuelo.  Hoy su gran compañera, sus hijos y sus nietos lo lloran, pero queda con ellos todo el amor y alegría que siempre les brindó y también su bondadosa ejemplaridad .-     

Partió físicamente pero está para siempre en el corazón de Pigüé